7/1/18

Lector




El lector, al lector, para el lector, con el lector siempre. Sin receptor no hay comunicación, y sin comunicación no hay mensaje que valga, aunque se opongan tantos, siempre los mismos, ellos siempre.

Es así en todo lugar y momento de Sinfonía de Praga, ya desde la concepción de la obra, en su configuración y estructura, en la secuencia del relato, en lo que se incluye y en lo que se ha dado por excluido, en sus personajes y sucesos, y hasta en su voluntad de estilo.

Y llegados hasta aquí, acaso haya que preguntarse: ¿Qué lector? ¿Qué lectores?

Uno y todos, todos y cada uno, todos ellos; a cada uno según su interés, a cada uno según su necesidad, a cada uno según su voluntad.

Los lectores presentes y los lectores futuros; todos los lectores que ya son y todos los que serán; y ese lector especial que la obra habrá de crear, que la obra artística necesita para ser finalmente la obra de arte total y única, a la búsqueda de la lectura de culto.

Del "Prospecto" de Sinfonía de Praga



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